¿Qué beneficios tiene el cultivo de leguminosa?

7 beneficios del cultivo de leguminosas

El cultivo de leguminosas ofrece numerosas beneficios, tanto desde el punto de vista nutricional como agronómico y medioambiental. Y por ello, la nueva política agrícola común europea (2023-2027) promueve su cultivo como una de las herramientas clave para conseguir una producción agrícola más sostenible.

Si eres agricultor, seguro que las conoces, pero vamos a recordar algunas: La veza, la haba, el guisante, la lenteja, la judía, la alubia, el yero, el cacahuete, el altramuz, el algarrobo, la alfalfa y la soja. Veamos ahora algunos de estos beneficios de su cultivo.

    1.  Valor nutricional: Las leguminosas son una excelente fuente de proteínas, fibra dietética, vitaminas (como folato, tiamina y vitamina B6) y minerales (como hierro, magnesio y zinc). Estos nutrientes son esenciales para una alimentación saludable y equilibrada.
    2. Sostenibilidad agrícola: Las leguminosas son capaces de fijar nitrógeno atmosférico en simbiosis con bacterias especializadas en sus raíces, lo que significa que pueden obtener nitrógeno del aire y convertirlo en una forma asimilable para las plantas. Esto reduce la necesidad de fertilizantes nitrogenados sintéticos y, por lo tanto, contribuye a la reducción del impacto ambiental y los costos de producción agrícola.
    3. Mejora de la calidad del suelo: Gracias a la fijación de nitrógeno, las leguminosas enriquecen el suelo con este nutriente esencial para el crecimiento de otras plantas. Al cultivar leguminosas como parte de una rotación de cultivos, se mejora la fertilidad del suelo y se reduce la dependencia de fertilizantes químicos.
    4. Control de malezas: Las leguminosas, especialmente cuando se cultivan en densidades adecuadas, pueden suprimir el crecimiento de malezas, ya que compiten por la luz solar, el agua y los nutrientes en el suelo. Esto reduce la necesidad de utilizar herbicidas y ayuda a mantener el equilibrio del ecosistema agrícola.
    5. Diversificación de cultivos: El cultivo de leguminosas permite diversificar las opciones de producción agrícola, lo que puede ayudar a los agricultores a reducir los riesgos asociados con la dependencia de un solo cultivo. La diversificación también puede ser beneficiosa para la seguridad alimentaria y la resiliencia frente a enfermedades o condiciones climáticas adversas.
    6. Resistencia a la sequía. Según algunos estudios, la incorporación de residuos ricos en nitrógeno, como los de algunas leguminosas, activan los microorganismos del suelo fomentando así la humificación del carbono orgánico y la agregación del suelo; como consecuencia de este proceso se produce un aumento de la humedad del mismo.
    7. Alimentación humana y animal: Las leguminosas son una fuente valiosa de proteínas vegetales, lo que las convierte en un componente importante de la dieta tanto para humanos como para animales. Además, su versatilidad culinaria permite su inclusión en una amplia variedad de platos y productos alimenticios.

 

7 beneficios del cultivo de leguminosas

 

Veamos algunos estudios y proyectos sobre los beneficios del cultivo de leguminosas.

El equipo del proyecto europeo Diverfarming ha conseguido reducir el uso de fertilizantes en un 30 % al introducir habas en el monocultivo del brócoli. Se ha reducido la aplicación de fertilizantes y se ha mejorado la calidad del suelo, en cuanto a nutrientes y materia orgánica, manteniendo la misma producción de brócoli y contando con una cosecha extra de habas.

Por otro lado, la combinación de melón con judía de careta aumentó la producción de melón entre un 34 y un 70 % y supuso una reducción de fertilizante del 30 %, así como un aumento de la materia orgánica y los nutrientes del suelo.

El proyecto Diverfarming también ha estudiado la diversificación de habas y mandarinos:

 

 

Según estudios sobre el contenido de humedad, el carbono orgánico del suelo (COS) y nutrientes, liderados por la Universidad Politécnica de Cartagena (2021), la humedad del suelo aumentó significativamente en los sistemas diversificados en comparación con el monocultivo de brócoli. Para los investigadores, este hecho puede deberse a que la incorporación de residuos ricos en nitrógeno, como los del haba, junto con la rizodeposición conjunta del brócoli, activan los microorganismos del suelo fomentando así humificación del carbono orgánico y la agregación del suelo; como consecuencia de este proceso se produce un aumento de la humedad del mismo.

Si quieres profundizar más sobre especies de leguminosas, te dejo aquí el vídeo del profesor Diego Gómez de Barreda Ferraz, de la Universidad Politécnica de Valencia, que describe todas las especies vegetales herbáceas de la familia de las leguminosas que se utilizan en España, tanto para consumo humano como animal.

 

El cultivo de leguminosas en la PAC (2023-2027)

Estos beneficios del cultivo de leguminosas han llevado a establecer políticas y estrategias encaminadas a fomentar el cultivo de leguminosas. Un claro ejemplo es el de la nueva Política Agrícola Común (PAC), que se desarrollará en el periodo 2023-2027, y que incluye la rotación de cultivos entre una de las prácticas subvencionables para los agricultores.

Estas son algunas formas en las que la PAC ha fomentado el cultivo de leguminosas:

    1. Pagos directos: La PAC ha proporcionado pagos directos a los agricultores como una forma de apoyar la producción agrícola. En algunos casos, estos pagos se han vinculado a la implementación de prácticas agrícolas beneficiosas para el medio ambiente, como el cultivo de leguminosas.
    2. Ayudas agroambientales: La PAC ha establecido programas de ayudas agroambientales que recompensan a los agricultores por adoptar prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. El cultivo de leguminosas se considera una práctica agrícola beneficiosa debido a su capacidad para fijar nitrógeno y mejorar la fertilidad del suelo. Por lo tanto, los agricultores que cultivan leguminosas pueden ser elegibles para recibir apoyo financiero adicional a través de estos programas.
    3. Regulaciones sobre diversificación de cultivos: La PAC ha implementado regulaciones que requieren que los agricultores diversifiquen sus cultivos, es decir, que no dependan únicamente de un solo cultivo. Esta diversificación puede incluir la inclusión de leguminosas en la rotación de cultivos.
    4. Investigación y desarrollo: La PAC también ha apoyado la investigación y el desarrollo en el cultivo de leguminosas, con el objetivo de mejorar la productividad y la sostenibilidad de estos cultivos. Los programas de financiación de la UE han respaldado proyectos de investigación para desarrollar variedades de leguminosas más resistentes, eficientes en el uso de recursos y nutritivas. Esto ha contribuido a la promoción y el avance del cultivo de leguminosas en la UE.

 

La principal novedad de la PAC 2023-2027 es el establecimiento de los ecorregímenes, de los cuales tres están especialmente pensados para incentivar el cultivo de leguminosas (especies mejorantes):

    • Agricultura de Carbono y Agroecología. Rotaciones y siembra directa en tierras de cultivo de secano – Rotación de cultivos con especies mejorantes; Siembra directa.
    • Agricultura de Carbono y Agroecología. Rotaciones y siembra directa en tierras de cultivo de secano húmedo – Rotación de cultivos con especies mejorantes; Siembra directa.
    • Agricultura de Carbono y Agroecología. Rotaciones y siembra directa en tierras de cultivo de regadío – Rotación de cultivos con especies mejorantes; Siembra directa.

 

Si quieres saber más sobre los beneficios del cultivo de leguminosas en España, puedes leer mi artículo «Aumentar superficie, el gran reto de las leguminosas en España» para la revista Agricultura aquí.

 

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